martes, 22 de junio de 2010

ESTACIÓN TÉRMINO


...ya acabó la evaluación de este Blog,y el resultado no fue satisfactorio.

Quizá porque cada vez que lo escribía me dejaba horas en cada entrada,quizá porque ello me impedía actualizarlo con toda la frecuencia que hubiese deseado, y así demandaba en los criterios de evaluación. Porque creí que merecía la pena hacerlo así,una entrada interesante (o sugerente al menos), y no una actualización periódica sin sustancia. Eso no era lo que se pedía,por ello abandono.

En este año plagado de proyectos y obligaciones éste era uno más,y quizá o no le presté la atención necesaria o bien debí haber sido más espabilado y haberlo enfocado de otra manera,cantidad sacrificando la calidad.
En fin,el punto voló,aunque casi eso es lo menos importante. Peor aun es el vacío que me deja el aparcar este blog sin que haya servido para lo que realmente estaba destinado.

Con entradas como esta habría conseguido ese objetivo,pero no habría disfrutado escribiéndolo.
Gracias a todos los que os habéis tomado la molestia de leer esos escarceos ferroviarios por la vieja Europa.

Hoy el tren se mete en cocheras y, si vuelve,quizá cuando tenga más tiempo,estaréis perfectamente informados,sobre todos aquellos que os habéis hecho "seguidores" o los que tenéis Facebook.

Gracias

jueves, 20 de mayo de 2010

6º Estación Balcanes


Cuando uno se adentra en este territorio se da cuenta enseguida de que algo cambia en el ambiente. Bien sea por el Norte, por el Sur, por el Este o por el Oeste pronto se nota la originalidad de este enclave, tan diverso y variado se mire por donde se mire. Tenemos ante nosotros un ex-país rebelde, otrora llamado Yugoslavia, que agrupaba bajo su techo un polvorín social y político que, como no podía ser de otra manera (¿o si?) desembocó en aquella terrible Guerra a principios de los 90.
Quizá éste sea el recuerdo más reciente para todos los que rozamos la veintena (¿o treintena?); durante nuestra infancia y adolescencia los medios nos bombardeaban con aquellas imágenes de Sarajevo destruído, gentes vagando por las calles de Mostar o niños arrebatados de los brazos de sus progenitores rumbo a cualquier país "civilizado". (Las URL tienen imágenes duras,advierto).
Conseguían amargarnos la merienda y la comida con las voces tenebrosas y quebradas de Jon Sistiaga, Ángela Rodicio y Pérez Reverte..
La misma civilización a la que eran enviados aquellos niños permitió un conflicto en el corazón de Europa, que dejó tras de sí miles de muertos y puso en peligro la estabilidad política del viejo continente.Al final, como siempre, EE.UU. debió intervenir y los acuerdos de Dayton pusieron fin a la Guerra abierta, pero no a la fractura social que,a día de hoy,continua presente.
Los criminales de Guerra han ido poco a poco dando cuenta de sus penas y pasando por La Haya. Resulta curioso que, en nuestro país, expulsemos a un Magistrado hacia esta jurídica ciudad holandesa para que allí pueda cumplir la función que,parece ser, aquí no se le deja.

Slobodan Milosevic y Radovan Karadzic son los máximos exponentes de la crueldad en esta Guerra; el primero purga sus penas en el sueño de los justos, el segundo, fue atrapado disfrazado de curandero en las afueras de Belgrado hace apenas dos años. Esta captura fue posible gracias a un cambio de Gobierno en Serbia,que inició las gestiones necesarias para que el criminal fuera capturado y enviado al Tribunal Penal Internacional. Si no hubiera sido por este cambio político, quizá seguiría ejerciendo la Medicina barata en su escondrijo y la reflexión que me viene a la cabeza es: ¿Por qué las Democracias se empeñan tanto en proteger a los ancianos criminales de Guerra?, ¿Por qué se les deja morir tranquilamente en su senectud?, ¿Acaso no es lo más justo que pagen por sus crímenes independientemente de su edad? ¿Por qué en España no dejamos de deshojar la margarita y dejamos hacer su trabajo a los Magistrados con un par...?

El Transbalcánico es un buen medio para aproximarse siquiera a los paisajes que nos ofrecen los Balcanes. Sale de Tesalónica (Grecia) y llega a Ljubliana (Eslovenia) después de 34 horas de viaje y 900 km que separan ambas ciudades. Atraviesa Macedonia,Serbia,Croacia y Eslovenia convirtiéndose en una experiencia paisajística enorme. Es, sin ninguna duda y a la espera de cumplir mi sueño de viajar en el Transiberiano, el viaje más largo (en tiempo) que he realizado jamás a bordo de un tren.
Como el Transbalcánico acaba siendo un poco tedioso, quizá lo que más merezca la pena sean las decenas de anécdotas que te puedes encontrar en el día y medio de viaje que inviertes. Soldados de la ONU que te cuentan batallitas, parejas dando todo su amor en el compartimento de al lado, interminables esperas enmedio de la nada y oscuros controles de frontera con policías de malas pulgas...eso sí ¡Lo que mola el sello que te ponen en el pasaporte!.
Seis son las repúblicas actualmente reconocidas en Balcanes: Eslovenia, Croacia, Serbia, Montenegro, Bosnia y Macedonia; otra, Kosovo, está pendiente,aunque según Google Earth y varios países,es un territorio independiente. Miedo me da Kosovo,miedo me da...
Eslovenia es conocida como la Suiza balcánica. Su alto nivel de renta per cápita, sus pequeñas dimensiones, un paisaje montañoso y una capital similar en todos los aspectos a cualquier ciudad Suiza o Austriaca dan fe de este apelativo. Eslovenia no quiso líos, su privilegiada posición geográfica le permitió desentenderse del asunto guerrero cuando Yugoslavia empezaba a desmembrarse y Milosevic entró en locura enviando el ejército a cada una de las Repúblicas "sublevadas". Apenas hubo víctimas, el país consiguió su independencia y empezó a mirar hacia Europa. Hoy día es un próspero Estado que está a la espera de adoptar el Euro como moneda.

Los combates más duro se libraron en Croacia. La resistencia de este ejército fue encomiable y sus dos principales capitales, Zagreb y Split fueron duramente castigadas. Los casi 500 km de costa croata eran un caramelo muy apetecible para Yugoslavia y un lujo que no podía dejarse perder. En los confines de esta costa se encuentra Dubrovnik, parada obligada de cualquier crucero mediterráneo y una bella ciudad, eso sí, recontruída, que se asemeja más a un escenario de película que a una capital histórica. Demasiado turismo y una imagen poco auténtica, aunque he de reconocer que se trata de un ejemplo de "tirar para adelante".Zagreb, al Norte, apenas conserva huellas de la guerra y su morfología urbana supone una transición entre la destartalada Sarajevo y la pudiente Munich.



Bosnia - Herzegovina fue sin duda alguna el patito feo de la Guerra, allí donde los criminales de Guerra camparon a sus anchas, convirtiendo un conflicto socioreligioso en una auténtica carnicería. Aun hoy se ven soldados por las calles de Mostar y Sarajevo, la punta de un iceberg bélico que tuvo sus acciones más infames en la Bosnia rural y en el interior del país. Actualmente, tras millones de euros de ayudas, Bosnia ha salido ligeramente a flote, y digo ligeramente porque es, sin lugar a dudas,el lugar donde "mejor" se aprecian las huellas de la guerra.
Mostar todavía hoy, quince años después de la finalización del conflicto,es una ciudad desmantelada,derruida y que,al entrar,me produjo escalofríos.


Lo primero que me llamó la atención fue el nombre de las tiendas y los bares "Bar Pepe","Bar Qué pasa amigo!" o "Bar Real Madrid"no son sino otra cosa que la herencia de las tropas españolas allí desplegadas hasta hace bien poco. Casi todo el mundo, NO TODOS, hablaban bien de nuestros soldados y por qué no decirlo, emociona ver esa placita con el nombre de nuestra patria y la bandera ondeando.
Lo segundo que me llamó la atención es que la Guerra vende. Decenas de tiendas de recuerdos venden bolis fabricados con casquillos de bala,trozos del antiguo puente otomano destruído por los bombardeos o cualquier souvenir bélico que uno pueda imaginarse, incluyendo unos cuantos que juran,perjuran y no olvidan el odio eterno hacia Yugoslavia.
Por último,y quizá más emotivo, la sensación de dormir en Bosnia. Apenas estuve dos noches,pero he de reconocer que la primera me costó dormir,tenía miedo. Aquella casa con el portal ametrallado, el silencio y la oscuridad de una ciudad rodeada de colinas y enclavada en un fondo de valle... no podía dejar de pensar cómo serían aquellas penumbras en la Guerra, el sonido de los disparos, los tanques parapetados en cada rincón...puede sonar cursi o superficial,pero lo viví así y he de reconocer que aquella noche del 18 de julio ¡qué casualidad! me emocioné antes de dormir.

Pero bueno,lo que queda es el ejemplo de superación de la gente, la juventud (en la calle destaca sobremanera la presencia de cientos de adolescentes nacidos tras el baby boom postguerra) y la esperanza de que, lo que allí ocurrió,nunca más se repita.






Dejaré para otra entrada Serbia, Montenegro y Macedonia. El post se ha alargado y conviene tratar estos otros territorios independientemente...




domingo, 28 de marzo de 2010

Le isole e mezzogiorno





Quizá en este momento me encantaría estar allí, y no en este domingo tristón que a pesar del cambio de hora se muesta tan oscuro.
Recordé hace un par de días aquella habitación de Palermo el pasado verano,aquella humedad mezclada con calor que sin embargo hacía los despertares tan llevaderos; los fruteros vociferando en la calle y depositando enormes angurias en las cestas que trepaban hacia las ventanas.
He abandonado un poco el blog,cada día pensaba en él,en retomar este expreso que parece haber tenido una avería. Volveré a escribir con frecuencia,lo prometo,aunque sólo sea por todos aquellos que habéis mostrado vuestro interés por estas líneas.
Hace apenas una semana que volví de Italia pero sin embargo hoy me toca echar mano del recuerdo para intentar retratar la otra Italia,el Sur y las islas, ya que la bien avenida Lombardía poco tiene que ver con mezzogiorno.



Más de una,más de dos y más de tres veces he cogido uno de esos intermiables expresos que parten del corazón de Europa y arriban a Sicilia sin solución de continuidad; cuando uno se pone delante de aquellos tablones amarillos que describen la trayectoria de Il Gatopardo o Il Perolitano se echa a temblar. Nada menos que entre 16 y 18 horas (sin contar el pertinente retraso) para llegar a alguna de las maravillosas ciudades de Sicilia. Y todo ello teniendo en cuenta que partimos de una península y llegamos a una isla ¿cómo es posible entonces que el mismo tren que parte de Milán llegue a Palermo?, muy sencillo (o no tanto); a la espera de que se construya el tantas veces prometido puente entre Calabria y Sicilia (apenas 10 kilómetros) los vagones se introducen en un barco con sus correspondientes raíles.
Una vez llegado a la Stazione Marítima se vuelven a encajar en las vías sicilianas para proseguir su camino; mientras los viajeros pueden subir a proa o a popa y disfrutar de un pequeño trayecto por el estrecho de Messina. Es realmente una experiencia fantástica y curiosa.

Como curiosa es Sicilia en su conjunto. La isla más grande el Mediterráneo comparte con Cerdeña el apelativo de región rural y atrasada.El carácter insular de ambas (no excesivamente pronunciado pues no se encuentran lejos del continente) ha posibilitado una cierta independencia cultural del resto de Italia. Sin embargo, no dejan de ser dos extraordinarios escenarios que, una vez huídos de los tópicos, nos pueden llegar a sorprender gratamente.

Cerdeña es la cuna del turismo cool italiano, con sus suntuosas costas de sugerentes nombres (Costa Corallo, Costa Azzurra, Costa Esmeralda) donde afamados políticos y ex políticos lucen cacha y seducción por doquier. En muchas de sus ciudades es fácil encontrarse con alguna reminiscencia del dominio aragonés; por ejemplo,en Alghero (Noroeste) todavía se puede escuchar hablar catalán por sus calles y el nombre de muchas de éstas evoca localidades tan hispanas como Tarragona,Zaragoza u Olmedo.

Sicilia no le va a la zaga en eso del turismo, pero sin embargo el caché es bien diferente. La denostada mafia hace estragos en su reputación y si bien ésta no es un problema a pie de calle ni para el turista, el mero hecho de nombrar la isla ya nos remite a escenas de El Padrino. A decir verdad, los años dorados de esta lacra ya pasaron, pues la presión policial y judicial sobre ella han logrado disminuir su presencia a pie de calle; continúa no obstante muy presente en la vida política, sobre todo a nivel local. Hace poco leí una entrevista a Roberto Saviano, el autor de Gomorra (obra que narra en primera persona la realidad de la camorra napolitana) y en cierto modo se quejaba de esa imagen un tanto mística que El Padrino o Los Soprano habían creado sobre la mafia siciliana. "El Padrino es una obra maestra del cine, pero de cara al exterior ha suavizado la imagen de un cáncer cruel que atemoriza la vida de los sicilianos". Lo dice un joven escritor de 30 años que vive 24 horas 365 días al año en el punto de miray que según sus propias palabras,sabe que tarde o temprano acabará asesinado.

Huelga decir que Sicilia es mucho más que mafia. De hecho,como ya apunté antes, un extranjero ni tan siquiera notará su presencia aun pasando meses allí (siempre y cuando no desees hacerte una foto en el mismísimo cartel de entrada al pueblo de Corleone, al fin y al cabo, un hito turístico más).
Tanto la gran isla como las numerosas islillas volcánicas que la rodean (Strómboli,Lípari,Vulcano,Panarea,Favignana...) son un auténtico paraíso.

Al visitante español le sorprenderá la tremenda simulitud de costumbres que compartimos, lo que sin duda nos hace sentir prácticamente como en casa.Cada una de sus ciudades principales presenta una historia diferente: Catania destaca por sus construcciones en negra piedra volcánica,Messina por su trazado urbano reciente fruto del brutal terremoto que la asoló hace siglo y medio, la sureña Agrigento por sus templos romanos y griegos diseminados frente a la costa, al igual que Siracusa,Trapani por su puerto y su agotador viento cargado de humedad y Palermo por ser una capital tremendamente viva pero a la vez remota.











Pero huyamos de Sicilia. Si nos detenemos en ella ( o en Cerdeña) no acaba esta entrada,y a este Expresso hay que imprimirle el ritmo que en las últimas semanas ha perdido.
Volvemos a meter los vagones en el barco y las vías podrían desembocar en Nápoles,en Bari,en Lecce o en Brindisi; cualquiera de ellas,tan alejadas de ese prototipo septentrional,volvería a recordarnos que realmente estamos más cerca de Andalucía que de Florencia o Venezia.
En el tacón de la bota se encuentra una ciudad cautivadora,Lecce,conocida como la Florencia del Sur por su precioso conjunto artítico barroco de palacios e iglesias. Nos encontramos en la península italiana sí,pero más cerca de Albania que de Roma,lo cual quizá explique que esta región de Italia (Puglia) aun se mantenga como un reducto de interminables playas, olivares infinitos y urbes con cierto carácter indómito.





Y si de rebeldía hablamos no podemos obviar Nápoles, quizá junto con Génova y Palermo la ciudad que ocupa el escalafón más alto en mis preferencias urbanísticas.Situada a los pies del volcán Vesubio (que aun no ha dicho su última palabra) quizá sea ese marchamo de temporalidad lo que contribuye a la rebeldía tan típica del napolitano. Nápoles es un ciudad impresionante.
Disfrutemos de ella guardando bien la cartera y prestando un poco más de atención al cruzar la calle, pero no conviene alarmarse tampoco por todos aquellos rumores que se empeñan en destrozar su reputación. Cierto es que soporta uno de los índices de criminalidad más altos de Europa, que Roberto Saviano ha descubierto las vergüenzas de su periferia y que la misma imagen que ofrece la ciudad al visitante no es en muchas ocasiones la que correspondería a la tercera ciudad más importante de Italia.
Pero Nápoles es la cuna de la pizza, allí donde Maradona perdió la cabeza por culpa de una blanca mujer y donde dos mil años atrás estaban enclavadas dos de las ciudades más prósperas del Imperio Romano,Pompeya y Herculano.
La furia del Vesubio (gráficamente descrita por Plinio el Joven) enterró ambas ciudades bajo la lava. Hoy día, los mismos jugos terrestres que las engulleron han conservado a la perfeccción cada uno de sus rincones: tabernas, templos, frescos, domus, prostíbulos... ¡y todavía no se ha llegado a excavar más que un 40% del complejo!. Muchos de los restos que afloran son trasladados al Museo Arqueológico de Nápoles, otros se conservan in situ para deleite de los visitantes. Puede que los restos más espectaculares sean los moldes de yeso de los antiguos habitantes de Pompeya, petrificados en la misma posición en la que intentaban huir de la tragedia.













Hoy día las laderas del Vesubio son fértiles campos de cultivo, Pompeya y Herculano los complejos arqueológicos mejor conservados del Imperio Romano y Nápoles una ciudad de millón y medio de habitantes a los pies de un volcán todavía activo...

sábado, 27 de febrero de 2010

Génova, belin!

Con esta coletilla tan típica del dialecto ligur retomo el blog. Ha pasado bastante tiempo desde la última entrada,quizá demasiado,pero entre obligaciones académicas y cambios bruscos de tipos de tiempo realmente no he tenido ocasión de ponerme a ello. Obviamente podía haberme puesto en algún rato libre,pero esta entrada es especial y me hacía particular ilusión poder recrearme en ella. Así que si me discupáis por la demora y os parece bien...comenzamos.

Ciudad,República,tradición marinera,puerto,Colón,la Sampdoria...¿con qué adjetivo calificativo nos podríamos quedar?.Difícil,muy dificil elección. Para los profanos quizá Génova les suene a puerto,a ciudad de paso,taciturna... o simplemente tengan la refencia de Marco,aquel niño que nos hizo llorar a todos en nuestra infancia.
Yo podría incluirme en ese grupo hace unos años, seis exactamente,cuando el destino caprichoso dio con mi Erasmus nueve meses allí.
Ni por asomo me planteaba irme fuera y mucho menos a una ciudad con mala fama y sin ningún atractivo aparente,pero bueno,la vida tiene estas cosas y no me pararé a describir todos y cada uno de los motivos que me llevaron a Liguria con 22 años recién cumplidos.

Realmente podríamos incluir a Génova en la siguiente entrada,en el mezzogiorno,porque si bien es una de las ciudades situadas más al Norte de Italia,su especial carácter la entroncaría en el grupo de grandes urbes del Sur al estilo de Nápoles o Palermo.
He de reconocer que la primera impresión que ofrece Génova no es buena.Ni a mí me lo pareció aquella primera vez que llegué a Milán.El aspecto sucio,industrial y un hedor pestilente a mar y cemento no es una buena carta de presentación.Quizá por ello, las empresas que se dedican a la venta de cruceros,en sus folletos de "Vacaciones en el Mar" y circuitos por el Mediterráneo sólo incluyan a Génova como parada y fonda y,como mucho,un pequeño recorrido por su Centro Histórico. Permítanme reirme de los programadores de circuitos y demás,que osan descubrir el mayor centro histórico de Europa (en pugna con Praga y Sevilla) con un pequeño paseo mañanero o vespertino.
¡Ande o no ande caballo grande! (quizá esté pensando algún lector al que no le haya agradado la ciudad)...cierto,mis respetos y disculpas,no quisiera dejarme llevar por los sentimientos.Que Génova posea uno de los mayores centros históricos de Europa no significa que sea el más cuidado,de hecho,hasta la reforma del Porto Antico efectuada por Renzo Piano en 2001 o la capitalidad europea de la cultura de 2004, el centro era un residuo medieval desordenado.Las reformas efectuadas en los palacios,las calles y los edificios históricos desde 2004 están puliendo poco a poco ese diamante en bruto que es la ciudad en su conjunto.

El genovés tiene fama de tacaño,de huraño y de poco sociable.Su particular acento y su dialecto resulta un tanto ininteligible para el resto de los italianos,y no digamos a los extranjeros; de éstos quién mejor pudiera entenderse con un genovés sería un portugués,pues una gran parte del vocabulario del dialecto ligur está emparentado con el idioma de nuestros vecinos ibéricos. Para aprender vocabulario y para tener una pequeña aproximación a la realidad social de una ciudad, nada mejor que acudir a un partido de fútbol. De verdad,no es broma,en una grada uno puede llegar a aprender muchas cosas.Por ejemplo,que en Génova conviven dos niveles sociales muy marcados,diferenciados e identificados perfectamente con los dos equipos de la ciudad.
El Genoa Cricket and Football Club (escrito así por herencia británica) es el equipo más antiguo de Italia.Fundado en 1883 representa el equipo del genovés puro,capitalino,del genovés educado y pudiente.Forza vecchio coure rossoblu (por el color de la zamarra) es su grito de guerra y la afición llena el estadio milite en la categoría que milite.Actualmente en sus filas se encuentra un jugador español,Alberto Zapater,ex del Real Zaragoza.

La Unione Calcio Sampdoria por el contrario se identifica con los marineros,con la población de la regione Liguria y con los habitantes del extrarradio de Génova, el equipo de los "pobres",así de claro.Es conocido popularmente como i blucerchiati (por su camiseta azul rodeada de una franja roja).

El Genoa fue un equipo laureado cuando allá por los estertores del s.XIX se daban las primeras patadas a los balones,pero progresivamente fue perdiendo importancia tanto en Italia como en Europa; tanto que dio con sus huesos en los bajosfondos del Calcio por acusaciones de corrupción, mala gestión y compra de partidos.A pesar de todo siempre conservaba esa grandeza y también,por qué no decirlo,esa flema heredada de sus fundadores británicos. Hoy,recuperado para la causa,pulula sin pena ni gloria por la Serie A italiana.
La Samp es una squadra más moderna. Fundado en la década de los 40, todos podemos recordarla (especialmente el aficionado culé) por aquella final de Wembley en 1992. Aquel año el F.C. Barcelona ganó su primera Copa de Europa con un gol de falta obra de Ronald Koeman.Hoy día también está clasificado en la media tabla de la Serie A.

Ambas squadras,rivales hasta decir basta,comparten un impresionante estadio: el Luigi Ferraris para unos o Marrassi para otros. ¿Alguien se imagina al Betis y al Sevilla compartiendo cancha?.

En este sentido es de aplaudir la iniciativa que también se lleva a cabo en otras ciudades italianas (Milán por ejemplo) ,ya que un estadio de fútbol requiere una inversión enorme que no siempre es amortizada por un solo equipo.
Pero no sólo de fútbol vive la ciudad,aunque los derbys entre ambos equipos paralicen Génova por completo y tengan una importancia enorme incluso para el aficionado al fútbol europeo.
La Historia de la ciudad obedece a un pasado que siempre fue mejor,cuando los comerciantes y marineros genoveses controlaban gran parte del comercio del Mediterráneo; posteriormente se pasó por un desarrollismo industrial enorme al calor de su privilegiado puerto comercial.Sucesivas crisis energéticas, industriales y la competencia cada vez mayor de otros puertos hicieron que,a partir de la década de los 70-80 del siglo pasado, la ciudad se enfrentara a procesos de reconversión industrial muy severos que dejaron a la población muy mermada económicamente. Es lo que tiene ser rico y que te lo quiten todo de golpe,no te acostumbras a vivir así y no quieres renunciar al nivel que tenías antes.Eso es algo que a cada paso se deja sentir en la ciudad.
Palacios enormes semiabandonados,iglesias renacentistas mugrientas y oscuras o calles que aun hoy conservan el adoquinado medieval dan cuenta de esta realidad. El año 2004 marcó un antes y un después en la vida genovesa, pero nos detendremos en otra fecha histórica,2001,cuando los mandamases mundiales del G-8 acudieron a la ciudad invitados por el ínclito y omnipresente Silvio Berlusconi.
La ciudad fue blindada totalmente,se delitimó un perímetro a lo largo del centro histórico denominado Zona rossa al cual no se podía acceder y gustosamente se invitó a los vecinos afectados por la medida a pasar unos días de vacaciones pagadas por el Estado en Cinque Terre o Cerdeña.A pesar del impresionante despliegue de seguridad no se evitaron unos altercados de proporciones descomunales y,lo que es más triste,la muerte de un manifestante (Carlo Giuliani,21 años) cuando un carabinieri coetáneo le descerrajó un tiro en la cabeza. Giuliani a partir de ese momento se convirtió en un mártir,la primera víctima de los Movimientos Antiglobalización.
La excesiva contundencia de la policía italiana y el hecho de que el Summit G8 se celebrara en pleno mes de julio en una ciudad Europea (con la consiguiente afluencia de manifestantes de todo el mundo) avivaron la caótica situación a la que se enfrentó la ciudad durante una semana. Existen varios documentos,películas y libros que tratan sobre este tema. Recomendaría estas dos fuentes: el libro I silenzi della zona rossa y la película/documental Genova Libera, de distribución gratuita en Internet y realizada en primera persona por dos activistas españoles.

Afortunadamente la mancha que dejó este lamentable hecho se ha ido borrando poco a poco,fundamentalmente ayudado por la designación de la ciudad como Capital Europea de la cultura en 2004,algo por que en la actualidad se pelean diferentes localidades españolas para el año 2016 (Burgos,Segovia,Córdoba,Santander,Cáceres etc.). La capitalidad marcó un antes y un después para Génova.Contribuyó a su desarrollo turístico y dotó de una vida cultural que aun hoy permanece.Quizá sea eso lo más importante. Por encima de la línea de metro que se inauguró,el asfaltado de calles,la reforma de fachadas o la construcción de otro tipo de equipamientos, todavía hoy se conservan muchos espectáculos,exposiciones literarias,pinacotecas y conciertos. Todo ello herencia de aquel maravilloso año...en todos los sentidos.

sábado, 30 de enero de 2010

3ºEstación: Italia,mezzanotte,mezzogiorno e isole


Me encuentro ante la que, seguramente, es hasta ahora la entrada más difícil del blog. Y no precisamente por falta de recursos,sino todo lo contrario, exceso de información. Es algo que ataca como un virus a la sociedad actual, a esa sociedad inundada de medios,de páginas webs, de foros y blogs que se actualizan al instante (este no es el caso obviamente) no siempre con el filtro adecuado. Acabamos convirtiendo el exceso de información en desinformación.Ésta,lógicamente, no es mi pretensión.Con tono lírico y todo.
Italia en sí,o Génova en concreto, darían para todo un blog,para completar los créditos que al final de la asignatura darán cuenta del trabajo desarrollado a través de estas páginas.Pero como al inicio planteé el blog de otra manera,con un enfoque viajero y recorriendo a través de este Expreso diferentes países de Europa, no me detendré más de lo necesario en la península con forma de bota y sus islas mayores.Eso sí,me tomaré la pequeña libertad de dedicar más capítulos a Italia que a otros lugares. Porque se lo merece, y porque sería poco menos que una temeridad intentar acoger bajo el mismo paraguas las dos antagónicas mitades en que se divide el país, el mezzogiorno (desde Roma hacia el sur) y lo que me he aventurado a bautizar como mezzanotte (la Italia septentrional desde la Ciudad Eterna).

Mezzanotte

La línea que separa la Costa Azul francesa de la Riviera Ligure es muy delgada; un breve paso a través de la frontera y hemos cambiado de país. De Francia a Italia. Así de sencillo, aunque el cambio paisajístico que se produce en ambas fronteras es quizá uno de los más fuertes que haya podido contemplar.El primer pueblo italiano en estas latitudes es Ventimiglia,que no deja de ser la típica villa sin más atractivo que una gran estación de tren,otra de autobús y un enorme centro de transporte logístico para camiones. Sin embargo, la ropa colgada en los balcones,un sustancial aumento de decibelios en el tono de voz de la gente y un vendedor ambulante a bordo del tren vendiendo olive,birra,panini!!!! nos delatan que,la austeridad francesa ha dejado paso a la alegría italiana.
El Eurocity Riviera es un tren que conecta todavía hoy la frontera de Ventimiglia con Venezia,atravesando la preciosa línea de costa acantilada de Liguria hasta Génova. Desde la ciudad portuaria asciende por los Alpes meridionales hasta Milán y discurre paralelo al río Po hasta la ciudad más turística del mundo.Este fue el recorrido que hice la primera vez que me introduje en Italia. Seducido por la fama de Milán opté por acudir a la ciudad de la moda,los Ferrari y la niebla para una primera toma de contacto con el país. Por el camino había dejado Génova y su melancólico puerto que solo con mirarlo producía escalofríos. ¡Cuánto me arrepentiré de no haber parado en la ciudad ligur en lugar de la lombarda!. Ese día Milán me ofreció 40º de temperatura, unos precios desorbitados por una mísera birra y un enorme trampantojo en el Duomo que ocultaba la famosa fachada del monumento más famoso de la ciudad. Vittorio Emanuele y sus galerías ardían, tanto por el calor como por la altanería de los allí presentes,así que no se puede decir que mi primera vez en Italia fuera satisfactoria.






Las diferencias culturales,económicas y sociales entre el Norte y el Sur de Italia aun hoy son acusadísimas. Quizá las mayores que haya podido apreciar en un país que se presupone una potencia industrial a nivel mundial. Los tópicos que acompañan a Italia son muchos y variados,a menudo se identifican con la bravuconería,la vanidad de sus repeinados chulitos de playa,el galán seductor,la pasta,la pizza,la canzone,Sofía Loren,Berlusconi...un no parar vaya.Seguramente muchos sean acertados,pero lo que está claro es que no podemos meterlos a todos en el mismo saco.Nada tiene que ver un trentino con un palermitano, al igual que en España no podemos hacer parangón entre un coruñés y un almeriense.Realidades totalmente diferentes pero mucho más acusadas en el caso de Italia.
La mezzanotte (por contraposición al mezzogiorno) se identifica con la Italia rica,la Italia industrial que tira del carro,que acoge la Fiat,la Parmalat u otras industrias como Florencia,Venezia o Pisa. Y digo industrias porque el turismo es sin duda uno de los mayores activos del país.La cantidad de monumentos e historia que podemos encontrar en Italia no tiene prácticamente comparación con ningún otro país europeo,y en el Norte esta abundancia se hace más patente.
Los norteños llaman a todos aquellos que viven allende Roma "terrone", que es algo así como "el que está apegado a la tierra",vamos,un palurdo en toda regla.Ellos mismos responden con la idea razonada que existen también "terroni septentrionali"(palurdos del Norte).El caso es que,mientras no se llegue al radicalismo que,por ejemplo se postula desde la Lega Nord (socio de Forza Italia en el Parlamento), estas disputas regionales animan la ya de por sí agitada vida italiana.Puede ser que todos aquellos que predican la opulencia del Norte,el desarrollo y los recursos que se generan en esta parte del país no hayan caído en la cuenta de que,gran parte de esa riqueza,provenga de la mano de obra meridional y del expolio que tradicionalmente ha sufrido el Sur.

La línea imaginaria que separa Norte y Sur nos ofrece un elenco de ciudades que podemos visitar a través de la tupida red de ferrocarriles italianos. Realmente no resulta muy complicado tejer una malla ferroviaria en un país rectilíneo y prácticamente llano excepto en su vertiente más norteña.Lo curioso es ver cómo los trenes que parten desde las ciudades situadas más al Norte llegan a la isla de Sicilia cuando no hay un puente que una el territorio peninsular con la isla más grande del Mediterráneo...
Con un poco de paciencia(por los enormes ritardi),grandes dosis de buen humor (que se verá incrementada si tienes como compañero de viaje qualcuno con voglia di parlare) y un presupuesto no excesivamente alto (Trenitalia ofrece descuentos y trenes que,a pesar de su antigüedad, resultan míticos y económicos), podemos recorrer joyas del Arte y de la arquitectura urbana.
Torino con su elegancia alpina,Pisa y su archiconocida torre,Perugia y su fiesta del chocolate,Livorno cuna de la izquierda más radical, Florencia y su toscano más puro,Parma con sus delicias gastronómicas, Trieste militar,Padova Santa,Bologna Universitaria,Venezia,Bérgamo y su cittá alta,Viareggio y su Carnaval,Brescia,que en breve tendré oportunidad de conocer... etc etc etc.

jueves, 21 de enero de 2010

2ª Estación: Francia, Ègalitè?


¿Qué tal si cogemos el Sud Express y nos plantamos en París?. Hace un par de décadas podríamos habernos trasladado desde Lisboa a la capital de Francia invirtiendo apenas una noche a bordo de este mítico tren nocturno,uno de los de mayor solera de toda Europa.Actualmente esto no es posible.El desarrollo de la Alta Velocidad en el país galo y el progresivo abandono del mantenimiento de este tren han provocado sucesivos recortes en su recorrido. Hoy día debemos apearnos en la Estación de Hendaya (hermosa villa fronteriza entre España y Francia) para continuar el viaje.
El Sud Express es algo más que un tren. Es el reflejo de una sociedad,la portuguesa,que como se apuntó ya en la anterior entrada tiene una gran tradición emigrante. Cientos de portugueses (y españoles) utilizaron este tren en su camino hacia un futuro más prometedor allá por los años 70 y 80 del siglo pasado. Aún hoy subirse a bordo de este comboio es imaginarse mil y una historias; tantas que han dado lugar a una película,titulada con el mismo nombre y que recomiendo encarecidamente su visión.
Sud Express, Artimaña producciones

La Estación de Hendaya es un buen punto de partida para empezar el recorrido por Francia. Al contrario que su hermana española de Irún, Hendaya nos permite trasladarnos en tren hacia prácticamente cualquier punto del país transpirenaico. Bien a bordo del flamante TGV (Train à Grande Vitesse) bien a bordo de cualquier Corail, Corail Nuit o TER, la compañía de ferrocarriles SNCF ofrece un servicio de transporte eficaz. Así pues la duda que me asalta es hacia dónde dirigirme. Quizá el destino más socorrido sea obviamente París, la majestuosa capital, cuna de la moda, del virtuosismo y huella constante de ese chovinismo tan gabacho.

Poco a poco, muy poco a poco he ido descubriendo París. Cuando apenas contaba con siete primaveras mi mentalidad pueril estaba más atenta a los guiños de Mickey Mouse que a las bondades que pudiera ofrecer El Jardín de las Tullerías, el Museo del Louvre o incluso la Torre Eiffel. Sucesivas visitas,más o menos apresuradas, me dieron la oportunidad de conocer una capital que, a pesar de todo, no me impresiona. Sería ridículo no reconocer la elegancia de una de las capitales más importantes del mundo,pero,como quizá ya se haya comprobado con las primeras entradas del blog,mis gustos "turísticos" se dirigen hacia otros campos y París no se encuentra entre ellos. Por ello obviaré hacer apreciaciones de sobra conocidas sobre todos y cada uno de sus rincones,más o menos bohemios,y retratados asombrosamente y con distintos enfoques en dos de mis películas preferidas: Amelie y Ratatouille.

Los tres pilares de la República francesa son Liberté, Ègalitè,Fraternitè, pomposamente reflejados en los edificios ministeriales parisinos y en todos y cada uno de los símbolos patrios franceses.
Como tantos y tantos símbolos y como tantas y tantas declaraciones de intenciones, quizá esos tres pilares no dejan de ser un brindis al sol, por cuanto al menos, y según el conocimiento que tengo sobre el país, uno de ellos no se cumple como debiera. Ègalitè. Igualdad.Suena bien,muy bien. Cualquiera podría pensar que nos encontramos ante una República paradigma de la igualdad, en todos los sentidos. Una igualdad solidaria, paritaria e insoslayable, que permitiera vivir a todos y cada uno de sus ciudadanos bajo este pilar y que, de una manera más superficial, igualara con un mismo patrón las distintas realidades que se dan en en el país.
Francia es el ejemplo por antonomasia de centralismo. Un centralismo copiado con más o menos acierto en España y del que hemos heredado una estructura radial en las comunicaciones que en la actualidad tratamos de corregir a marchas forzadas. El hecho de que todo tenga que pasar por Madrid ha demostrado una profunda ineficacia en las infraestructuras.Echemos un ojo al PEIT (Plan Estratégico de Infraestrcuturas) del Ministerio de Fomento para ver este cambio de tendencia a la hora de diseñar las comunicaciones.
Al igual que en España, en Francia conviven numerosas identidades regionales, culturales y lingüísticas a los que no siempre se les ha respetado bajo el pilar de la ègalitè.Son conocidos los conflictos nacionalistas en Córcega, Bretaña o el olvido de algunos de sus múltiples territorios desperdigados por los océanos Indico o Pacífico (Islas Reunión, Polinesia francesa etc). Así pues, Francia está formada por un compendio de realidades sociales tanto en su territorio continental perfectamente demarcado en Europa, como en sus diferentes posesiones ultramarinas.
Dentro de sus fronteras europeas tenemos un país con un alto nivel de desarrollo,quizá de los más altos del continente, con la bandera del laicismo por delante y con una profunda vocación integradora en la Unión Europea. Siempre se ha dicho que tanto Alemania como Francia son las locomotoras de Europa. Todo este desarrollo ha sido ganado a pulso por una sociedad eminentemente urbana y que ha protagonizado varios avatares y revoluciones a lo largo de la historia.
Dentro de sus ciudades llama profundamente la atención su nobleza. El toque aristocrático que desprenden Nantes, Nancy,Lyon,Niza,Burdeos o Estrasburgo en sus cascos históricos confieren una gran belleza a estas urbes. Es como si todas hubiesen querido imitar a la capital,a París, plasmando en sus calles esa elegancia tan propia de los bulevares y las brasserie.
Sin embargo, hay una ciudad que escapa a esta concepción. Y no es una ciudad cualquiera. Marsella, la tercera urbe más importante de Francia, es un reflejo de rebeldía, donde la inmigración, el carácter mediterráneo y su especial configuración urbana son los ingredientes perfectos para ser considerada como el patito feo francés.
Lejos del glamour de Niza,del que apenas le separan 200 km, o del lujo permanente de Mónaco, Marsella se muestra rebelde,como el Olympique, el equipo de fútbol más importante de la ciudad. Cada partido que se disputa en el Vélodrome se convierte en un auténtico infierno jadeado por miles de fanáticos seguidores, los mismos que ya tuvieron algún que otro altercado el pasado año durante su visita al Atlético de Madrid,y que fue seguido con una especial (y quizá innecesaria) cobertura informativa.
La ciudad sin embargo ha visto nacer a grandes genios; quizá el más conocido y mediático haya sido Zinedine Zidane,sin duda el jugador de fútbol más elegante de la historia y todo un ejemplo de profesionalidad y compromiso.
También las abigarradas calles marsellesas sugirieron los primeros proyectos de Le Courbisier,uno de los arquitectos funcionalistas más importantes de las últimas décadas que quizá se inspiró en el desorden marsellés para diseñar sus unidades de habitación,aquellas grandes edificaciones sobre pilotes capaces de albergar,como una colmena,a cientos de familias.
Está claro que Marsella no deja indiferente al visitante, su encanto reside en esa rebeldía cosmopolita o en ese azul dominante en todo el paisaje de la ciudad,y,aunque pueda no parecerlo,resulta un lugar romántico.Sino que se lo pregunten al gran Sabina,que en aquella canción "El Caso de la Rubia platino" le dedicó una deliciosa estrofa.Precisamente este verso (porque todo lo que canta Sabina es verso) viene muy bien a este blog. Retrata las dos ciudades,a mi parecer,más interesantes que he visitado hasta el momento en Expreso Europa: "...en un bistró del puerto de Marsella,nos fuimos devorando entre botella y botella de Oporto...".

domingo, 10 de enero de 2010

1ª Estación: Portugal. O meu fiel amigo



Resulta un tanto estremecedor la historia de desavenencias y pasividad que hemos tenido desde España para con nuestro vecinos ibéricos. Quizá obedezca al hecho de que la frontera trazada entre los dos países, la raia,sea la más antigua y también una de las más extensas de Europa.Sin embargo, eso no debería justificar un ostracimo que,afortunadamente,poco a poco se va superando.Tanto es así,que hasta el Premio Nobel de Literatura,el portugués José Saramago,aboga por la idea de crear una nación llamada Iberia.

Muchas son las similitudes que comparten España y Portugal: ambos países han transcurrido por una historia similar,poseen una lengua muy parecida y han alimentado multitud de conspiraciones e intrigas a uno y otro lado de la frontera durante los tiempos de la también pareja dictadura (Franco en España y Salazar en Portugal).
Los dos nos hemos embarcado en aventuras coloniales de ultramar de las que, en la actualidad, sólo quedan algunos pequeños recuerdos de la grandeza pretérita y juntos nos hemos propuesto organizar un gran evento deportivo,quizá el de mayor importancia, el Mundial de fútbol de 2018,bajo el apelativo de Candidatura Ibérica.

Por todas estas razones de afinidad (y por muchas otras),merece la pena acercarse a Portugal, un país con una extensión menor que la Comunidad Autónoma de Castilla y León pero que nos ofrece una rica variedad dentro de su territorio. A pesar de esta variedad, uno de los problemas más graves que podamos apreciar en él es una bicefalia urbana y territorial que nos separa Lisboa/Oporto y Litoral/Interior de todo lo demás.
Las dos grandes capitales portuguesas son el motor económico del país.Lejos de ellas apenas encontramos urbes dinámicas y con un peso demográfico relativamente importante; sólo Coimbra,con su ajetreada vida universitaria o Faro,la sureña capital turística del país,se erigen como alternativas a esta dualidad.
Si perjudicial para el desarrollo histórico del país ha sido esta bicefalia urbana,más aún lo ha sido la división,perfectamente trazada,entre un litoral dinámico,pujante,con grandes puertos que sirvieron de base para la empresa colonial y un interior montañoso y rural donde la dificultad para cultivar el terreno y sacar provecho a la tierra provocaron numerosas sangrías demográficas que dejaron muy debilitado el país.
Es el pueblo portugués una población emigrante.Desde siempre,en diferentes épocas de la Historia,el aislamiento al que se vio avocado Portugal impulsó esta emigración que dejó muy mermada la población del país,fundamentalmente de activos jóvenes,que abandonaban la dureza de la tierra portuguesa en busca de un futuro mejor; primero en los territorios coloniales de ultramar como Brasil o Angola y posteriormente en las fábricas de Luxemburgo,Alemania o Suiza.Este es otro de los muchos aspectos que España y Portugal comparten; sólo hay que darse un paseo por Luxemburgo y comprobar las decenas de casas y bares regentados por antiguos emigrantes que nos podemos encontrar.

He tenido oportunidad de visitar varias veces Portugal,aunque no tantas como hubiese deseado.¿Quién no recuerda aquellos trepidantes viajes en familia camino de la frontera portuguesa?.Solían coincidir con alguna festividad marcada (Villalar,San Pedro,Semana Santa), y miles de españoles ponían rumbo al país vecino en busca de productos económicos y de calidad (cuchillos,marroquinería,textil...).
Valença do Minho en el Norte, Miranda do Douro en el centro y Vila-Real en el Sur se convertían en auténticos mercadillos donde,además de realizar numerosas compras,las familias disfrutaban de un buen plato de bacalao,un auténtico manjar en Portugal y todo un símbolo del país.
Pero aparte de estas primeras y vagas aproximaciones a la cultura portuguesa,el viaje que marcó el comienzo de mi pasión por el país vecino tuvo lugar en enero de 2006.Acompañados por tres amigos italianosy a bordo de un Renault Clio recorrimos el país de Sur a Norte,comenzando por la frontera de Ayamonte y terminando en Ciudad Rodrigo. Tuve la ocasión de visitar lugares como el Cabo de San Vicente,Sagres,Faro,Lisboa,Sintra,Coimbra y Oporto,a lo largo de una semana intensa y tremendamente productiva. Durante aquellos siete días logré hacerme una idea aproximada de lo que es el país,con su idiosincrasia y sus peculiaridades,pero si algo me llamó la atención es,fundamentalmente,que los portugueses son personas amables y consideradas que,además,respetan mucho a sus vecinos españoles.
Un buen amigo,en mi recién y último viaje por Portugal estas pasadas navidades, me comentaba que Oporto es como un pueblo de casi dos millones de habitantes, y no le faltaba razón. Dejando a un lado las consideraciones peyorativas que puede llevar implícita la palabra "pueblo",lo cierto es que en esta ciudad se respira un ambiente especial. No encontramos grandes monumentos,quizá lo más destacable sea el puente sobre el Douro proyectado por Gustav Eiffel,pero sin embargo el centro histórico respira un ambiente especial,cálido y cercano.
Esta atmósfera reflejada en las tabernas,las lojas de bacalao o las innumerables tiendas cercanas a la riviera dotan a Oporto de una gran personalidad,donde lo más importante no es conocer todos y cada uno de los rincones que marquen las guías turísticas.
Lo más recomendable es adentrarte en esos pequeños establecimientos para degustar un exquisito café, acompañado de un potente aguardiente emanado de la quinta del tabernero que,un buen día,decidió volver a su país después de haber trabajado en la Renault de Rennes y la construcción de la Villa Olímpica de Barcelona...

martes, 5 de enero de 2010

Viajeros al tren


Nunca me había planteado la idea de escribir un blog.Supongo que es una de esas cosas que piensas e incluso se llegan a proyectar, pero que nunca cuajan. Falta de tiempo, no saber qué contar o simplemente la idea de que nadie te pudiese leer retraían la puesta en escena de mi cuaderno de bitácora. Ahora me veo obligado a ello, pero siento que es una obligación placentera y quizá hasta productiva, ya que al menos me aseguro una mínima cuota de lectores entre los compañeros de clase.Los primeros pasos (técnicos) no parecen complicados, nada inasumible para cualquier persona acostumbrada a herramientas informáticas como office,Facebook,Tuenti,Messenger,Foros,redes sociales de cualquier tipo etcétera; lo difícil viene a la hora de elegir título y temática, ya que ambos pasos deben reunir los requisitos de interés y atracción por igual. Y más que atracción, seducción.¿Quién invertiría su precioso tiempo en leer un blog cuyo título no fuese atractivo?, si los ávidos rastreadores de Blogs muerden el anzuelo de tu título quizá se animen a leer los primeros párrafos... y si consigues seducir y enganchar con cada entrada lo más probable es que lo lean y entonces, tú, te creas un escritor en ciernes.
No sé si conseguiré enganchar a muchos internautas, tampoco sé si el título o la temática de este blog serán tan manidas y recurrentes que tengan su cupo ya colmatado, pero,vaya, al menos sentiré que estoy escribiendo sobre lo que me gusta.
Y lo que me gusta lo saben bien todos aquellos que me conocen: Geografía - Viajar - Tren, es decir, ciencia, acción y medio. Este trío creo que una buena manera de conjuntar todas aquellas experiencias que quiero volcar sobre las entradas de este blog. Para abrir boca recomiendo este libro "Un viaje por el Danubio", de Julio Baquero Cruz, os dejo un link de una entrevista reciente en El Norte de Castilla

He tenido la oportunidad (y la suerte, por qué no decirlo) de visitar prácticamente la totalidad de los países que conforman la Unión Europea, pero mi intención no es aburrir con estas páginas, deleitándome en batallitas y anécdotas personales, no tendría sentido. Mi vocación geográfica ha hecho que cada viaje se convierta en algo más que una colección de fotografías y tickets de acceso a monumentos. La Geografía tiene un papel interpretativo del territorio, las ciudades y los paisajes que otorga un plus de conocimiento sobre todo aquello que nos rodea. La divulgación de aspectos socioeconómicos, demográficos y humanos de todos aquellos países que han acogido mi presencia durante algunos días y de los cuales pueda llegar a tener un conocimientos lo suficientemente rico como para escribir sobre ellos marcarán la temática del blog.
El hilo conductor,como no podría ser de otra manera,será un viaje en tren,con parada en cada uno de los países y que comenzará con nuestro vecino Portugal, último lugar que he visitado y del que,desde luego, puede ofrecernos muchas más cosas de las que pensamos los españoles al otro lado de la raia.
Comienza el viaje pues,primera parada,Portugal.